(+34) 661 944 051Se trata de un tipo especial de gafas sin lentes, también llamadas gafas estenopeicas o rasterbrille o pinhole glasses. A diferencia de las clásicas lentes, tienen dos paneles con agujeros. La forma y la dimensión de los agujeros varía: pueden ser cilíndricos, o redondos, piramidales o cónicos. Con respecto a los cilíndricos, los rasterbrille cónicos tienen agujeros más estrechos sobre el extremo interior y más abierto hacia el exterior y son particularmente indicados para miopía, presbicia y astigmatismo mediano-bajos. En caso de estrabismo ayudan a la integración de los dos ojos. Para las cataratas, las gafas reticulares constituyen el único medio que permite ver nítido. Los piramidales, en cambio, tienen el exterior de forma cuadrada y son más aptos para personas que tienen defectos de refracción leve, inferiores a las dos dioptrías. Los modelos dotados de agujeros más pequeños se adaptan mejor a personas con defectos de refracción más pronunciados, superiores a las cinco o seis dioptrías.
¿Pero cómo funcionan? Los agujeros hacen que la radiación luminosa que llega al fondo de la retina esté compuesta por ejes paralelos. De esta manera no se produce la convergencia de los rayos luminosos sobre la fóvea y, por lo tanto, la fóvea recibe siempre un rayo de luz nítido, hecho que no ocurre cuando tenemos defectos refractivos.
La distribución de los agujeros está hecha para favorecer la movilidad del ojo, ya que éste buscará la luz a través de los agujeros. Las gafas reticulares estimulan tanto el movimiento sacádico como la actividad de los músculos oculares. Así, se disminuye o se elimina el esfuerzo que se produce al enfocar y la tensión visual. Las gafas reticulares pueden ser de ayuda en la actividad de corrección de muchos tipos de defectos de refracción, y son realmente aconsejables para quien pase mucho tiempo delante de una pantalla o con la lectura.
¿Cuándo no se aconseja su uso? Conduciendo, en actividades que requieran movimientos rápidos, como son muchos deportes, y cuando leemos o trabajamos de cerca, con poca luz.
