Relajación
Ya desde pequeños, nos obligaban a concentrarnos, a focalizar, a no distraernos, ya sea en casa, en la escuela, etc. Ahora bien, no se puede tener una buena visión si no nos relajamos. ¡No confundamos la relajación con el hundirnos sobre un sofá con una bolsita de palomitas en una mano y el mando de distancia en la otra! La relajación debe entenderse de manera dinámica como un estado que acompaña al acto de ver. En cuánto dinámico, la relajación no puede prescindir del movimiento. De este modo, quién mira acoge la imagen en vez de tratar de «agarrarla» a toda costa.