Blinking (parpadear)
Parpadear es una actividad muy simple y vital para la salud de nuestros ojos. Un ojo sano parpadea desde 10 a 12 veces por minuto. Los párpados tienen ante todo una función protectora, y hasta aquí la cosa está clara: si alguien lanza un objeto hacia vosotros, una reacción instintiva e inmediata es cerrar los ojos. Los parpadeos hacen mucho más, masajean de manera natural los globos oculares y desarrollan la tarea de distribuir la película lacrimal sobre la córnea, evitando que el epitelio cornear se seque demasiado. La aridez ocular es muy dañina, por esto no tenemos que olvidarnos de parpadear. Además, eliminan las partículas irritantes que pueden haber en la cornea. La fracción de segundo (0,1-0,4 sec.) en la cual los parpadeos están serrado supone un gran descanso para los ojos.
Parece absurdo tener que recordar cumplir un gesto que, naturalmente, es absolutamente instintivo. Pero el problema es que ya no estamos viviendo de modo natural. Muchas actividades cotidianas, como estudiar, trabajar frente al ordenador, ver la televisión, leer y otras, se caracterizan por fijar la vista. Mientras realizamos estas tareas, nuestro rostro está fijo, el cuerpo está rígido, fruncimos las cejas y… ¡no parpadeamos! No lo olvidemos nunca: ¡parpadeamos, de manera leve, sin apretarlos! Como las alas de una mariposa.