La pasada semana, Jorge Sellarés y Ester El Salvador han conducido un seminario de Yoga Ocular en el ámbito del XIII Congreso Nacional del AIEV en Florencia, en el que yo he participado. Jorge y Ester son alumnos de Manuel Palomar. El Yoga Ocular de Palomar tiene muchos temas en común con el método Bates. Ambos ponen mucho énfasis en la importancia de ver sin esfuerzo y acoger las imágenes en vez de agarrarlas. Además, es fundamental, para los dos métodos, hacer caso a las varias sensaciones que se presentan en el aquí y en el ahora.
El método de Manuel Palomar, presentado por Jorge y Ester, subraya el papel clave de la nutrición y la purificación propio del yoga, de la relajación del cuerpo, de los ojos y de la mente, compartido plenamente con el método Bates. Un aspecto importante, se centra en la puesta a punto de los músculos oculares y al proceso de la acomodación. Por fin, ambos enfoques estimulan a tomar conciencia y a cuidar nuestros ojos, desarrollando una mayor sensibilidad hacia estas alhajas.
Me interesó particularmente el ejercicio llamado fondo contrastado, muy útil para masajear la retina y estimular la rodopsina, la proteína de que son ricos los bastones, (fotorreceptores responsables de la visión periférica y nocturna). La práctica consiste en mirar a un punto blanco puesto sobre una bolita negra, situada a la extremidad de un palito largo de unos 30 cm. Colocamos sobre el fondo una tela negra de lunares blancos. Alejamos y acercamos el palito a la tela, lo movemos en círculo, alternando momentos en que mantenemos los ojos abiertos, mirando el punto blanco, a otros momentos de ojos cerrados, en ese momento, imaginamos un paisaje en lejanía muy agradable para nosotros durante unos cinco minutos. Al término de esta práctica, y como siempre al final de cualquiera práctica ocular, hacemos un palming por 3-5 minutos, dónde muy probablemente percibiremos una oscuridad y un negro más intenso de lo usual, como resultado del masaje efectuado con el fondo contrastado.
Esta sin duda es una práctica muy beneficiosa, sobre todo si hemos estado mucho tiempo en frente a una pantalla, ya de sea de un ordenador, televisor, móvil o tableta. Mi intención es insertar esta nueva práctica de relajación en mis sesiones individuales y de grupo. ¡Gracias de corazón a Jorge y Ester para haber compartido estos importantes momentos de formación con los educadores visuales italianos!
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